Paseo Paternal

Implacable. Asi fue el juego de Newell's en el Diego Armando Maradona. Casi como una revancha del partido ante Boca, demostrando que este equipo no peca de ingenuo ni de boludo, la Lepra se sacó de encima con mucha inteligencia, algo de fortuna y exceso de efectividad a un rival que, en los papeles era ganable, no por su nivel de juego, si por su nivel de cansancio, el Bicho jugó entre semana en Mexico por la Sudamericana. Poco nos importó, le metimos 4, pudieron ser mas, pero ojo, con la ventaja minima ellos tambien pudieron empatar. Aca destaco la importancia de Peratta, castigado por el error del gol ante Boca, en La Paternal, el 1 fue decisivo para inclinar la balanza del lado de la goleada leprosa y frustrar el empate local.

Arranquemos, desde lo emocional no era un partido mas, el fallecimiento de 5 hermanos leprosos el jueves pasado en la autopista no pasó desapercibido y con trapos en la tribuna y un cartel por parte del equipo se les dio el debido y sentido apoyo a las familias de estos lepras que seguramente estuvieron alentando al Rojinegro desde el cielo.

Pasando al partido en si, Newell's fue el dominador de ese PT, arriba el Gordo Fabbiani aguantaba absolutamente todo lo que le tiraban y pivoteaba para la llegada libre de los volantes, de esta forma, Vangioni y el Chino Torres pudieron abrir el marcador pero sus zurdazos infernales se fueron pidiendo permiso al lado del palo dejando atragantado el grito de gol, al menos por unos minutos. Se consumía el PT, el descanso presagiaba una charla de Gamboa con la premisa del "sigamos asi que el gol ya va a llegar", sin embargo ese gol llegó, goles psicologicos si los hay, centro rasante y el Ogro Fabbiani la puntea a la red para desatar el festejo leproso y la tranquilidad en el banco visitante.

Pero esa traquilidad nos jugó en contra, como muestra está el minuto 0 del ST, Fabbiani no movió del medio, le pegó directamente al arco estando el arquero en la linea. Confianza ciega que le dicen. Por eso, el comienzo del complemento nos encontró muy cerca de Peratta y fue el arquero el principal responsable de mantener la ventaja mínima, en una, salvando increiblemente un tiro libre bajo y el posterior remate a quemarropa en el rebote. Pero despues de la tormenta siempre llega la calma, o en este caso, el festejo.

Ya habiamos avisado con una vaselina barbara del Ogro que se fue pegada al palo pero faltaba el gol tranquilizador, ese que metió Grazzini de tiro libre, con la fortuna de un pequeño desvio en un defensor Bicho. Si de tranquilidad hablamos, ¿que mejor que meter otra pepa al toque? Penal al tanque Ferreira (si si! contando el del jueves, nos cobraron 2 penales seguidos) y es Schiavi, con su habitual tranquilidad el que define bajo al medio para festejarlo por dentro como le habia sucedido ante Boca.

Faltaba lo mejor. Confieso que, ademas de la obvia alegria por gritar un gol de Newell's, me alegré muchisimo cuando vi que la pelota pegaba en el palo y entraba, me hizo recordar como grité el primer gol de Lucas Bernardi en un 3 a 2 agónico ante Lanus en el Coloso. Hernan Bernardello, con sus defectos y virtudes, forma parte de esa clase de jugadores que dejan la piel en cada partido y que se merecen como nadie el orgullo de gritar un gol con la rojinegra. Ese festejo alocado, besandose la casaca, tambien me recordó al Tano Vella y su primer conquista en primera ante el Rojo, en otro 3 a 2 tambien jugado en el Parque. Ese grito de gol desaforado, no existe un festejo planeado, no hay bailecito, ni trencito, ni ninguna estupidez para copar la pantalla el domingo a la ncohe. Cuando sos de Newell's y haces un gol, lo gritas desde adentro, es distinto, como lo gritaron Lucas, el Tano y el Colo Re (por dar sólo unos ejemplos) años atras, hoy le toca fetejar al Cabezón. Salud viejo, bien merecido lo tiene.

El pitido final puso fin a una muestra de como se puede ir al frente, aun con limitaciones, pero siempre con la sana idea de buscar el arco rival. El jueves pasado pecamos de ingenuos y nos golearon, al parecer aprendimos rapido, esta vez el paseo lo dimos nosotros.