Esta loca enfermedad, no va a terminar!!

"No podemos relajarnos. No tenemos margen para eso" Frase firmada y sellada por Nico Cabrera que sintetiza como jugó la Lepra el partido ante el Bicho. Honestamente, el encuentro era de antemano muy ganable, Argentinos no viene haciendo una buena campaña y Newell's viene en franca levantada con polvazo al Sina incluido. Sin embargo, y mas alla de la obvia alegria por haberle pisado la cabeza a los parlantes una vez mas, me preocupaba un poco el efecto post-clasico. Gracias a D10S esas dudas fueron rapidamente disipadas cuando vi como el Rojinegro salió a comerse crudo de entrada a la visita. En gran parte, el merito es de Caruso, el simple hecho de practicar al otro dia del clasico dejó un mensaje tácito en el ambiente: "todavia no logramos el objetivo".

El partido fue un monologo leposo, de principio a fin. Aunque hay que separar las cosas, no jugamos lindo, jugamos bien. Somos inteligentes, conocemos nuestras limitaciones y escondemos nuestros defectos lo mejor posible. Esto basándonos en un altisimo nivel de concentración. No por nada venimos mojando en los ultimos minutos del primer tiempo, cuando el rival piensa mas en sentarse en el vestuario y tomar agua.

Sin embargo, la bola no entraba, los cabezazos, nuestro principal argumento ofensivo, es válido y sirve tanto como una pared o una linda apilada de jugadores. Desterremos el tabú de "equipo que hace goles de pelota parada juega mal", por algo el reglamento lo permite, no? Pero sigamos, el cero no se movia, el palo, testazos que se iban saludando el travesaño o que eran resueltos milagrosamente por el arquero nos estaban privando de ese ansiado grito. Hasta que llegó lo esperado, Quiroga se hizo cargo de un tiro libre, la pelota quedó boyando y el Colo, un tipo limitado tecnicamente pero ilimitado en su amor por la rojinegra, la calzó y la puso contra el palo ante el cierre de 2 defensores visitantes. Fin del PT. Tranquilidad, al fin.

El complemento no pudo haber arancado mejor, en otra jugada de pelota quieta, Da Silva logró peinarla y poner el segundo luego de un envio envenenado de Nico Cabrera. ¿Tranquilidad? Si, pero tambien fiesta. La misma que armamos previa salida del equipo se volvia a repetir. A partir de ahi el partido se terminó, Newell's se dedicó a florearse toqueteando la pelotita de aca para alla en un movimiento que parece casi inutil pero que logra darle una gran confianza a los jugadores al ver a su rival correr como loco. Y de yapa humillas al rival de turno, no hay nada mas feo que te griten "ole" durante mas de 30 segundos de baile.

Pasamos una prueba durisima, una evaluación interna, y salimos airosos, mostramos caracter, pusimos los pies sobre la tierra y nos llevamos puesto a un rival accesible pero al que habia que ganarle. Ahora vamos a la Boca, en lo que será otra prueba de fuego. Ahi amigo leproso, donde el equipo comandado por el gran Marcelo dejó muda a la mismisima Bombonera un dia lluvioso de julio de 1991. Ahi, la historia deberá volver a repetirse. El partido será durisimo pero tenemos equipo para ganarlo e hinchada para bancarlo.