Empuje. Garra. Nerviosismo. Impresisiones. Gritos de aliento y mas gritos. Desde adentro de la cancha y desde afuera. El Coloso era un hervidero, no habia una sola alma leprosa que no estuviese parada gritando, alentando, puteando al arbitro o fumandose el cigarrillo nro 1000 del partido.
Se tuvo que sufrir mucho, demasiado quizas. Por alguna razon ambos equipos sabian que este partido era fundamental en lo que va del torneo aunque solo se hayan quemado las 2 primeras fechas del mismo. La lepra tenia que ratificar de local el triunfo conseguido ante el Rojo en tierras porteñas, y Huracán necesitaba lavar la imagen que dejó ante Lanus.
Asi, el primer tiempo fue absolutamente de Newell's, Formica, Achucarro y practicamente cualquier atacante con remera rojinegra tuvieron su chance frente a Monzón pero el arquero se quedó con todas, y la mala punteria seguia atragantandonos el grito de gol. Hasta que de tanto ir...
Tiro libre frontal al arco, Sanchez Prette se para como un pateador de rugby y le da una rosca barbara al segundo palo, Vangioni la mete de nuevo en la zona picante y, solo, mas solo que ante Independiente, otra vez Insaurralde se vistió de goleador para desatar la locura en el Parque. Faltaba poco para que terminase el PT, habia que seguir igual.
El complemento fue mas parejo, la Lepra cedió terreno, y Huracan lo aprovechó quitandonos la pelota, por eso Bolatti y el Sina Diaz hicieron pasar mas de un susto a la defensa leprosa e hicieron revolcar bastante al Flaco Peratta, fundamental en esta victoria por sus atajadas.
Arriba Nuñez las bancaba todas pero se iba desgastando al mismo tiempo, Formica era el mas criterioso pero le faltaban 5 para el peso para ser el mas creativo. Y para colmo de males, dobla amarilla a Sanchez Prette y a las duchas antes de tiempo. Con uno menos todo fue cuesta arriba.
Adento Dolci, Lucas y Boghossian. Todos a bancar el malón de Huracan que se nos venia encima. Todos metiendo, Mateo mordiendo, pero perdiendo con Diaz mas que ganando, Bernardi trabando con la cabeza como en las viejas epocas, la defensa sacandola para cualquier parte y el yorugua tratando de dormir el partido arriba junto con Vangioni. Y si algo faltaba para meternos en un arco era el arbitro, Baliño cobró absolutamente cualquier roce a algun jugador de Huracán y nos amonestó a mas de medio equipo, pero cuando debió amonestar por simular a Diaz y expulsarlo, no lo hizo.
Los 4 minutos de descuento fueron, extrañamente, mas tranquilos. Newell's pudo manejar mejor la pelota y dejar que corra el reloj. Miró una vez, dos, y a la tercerla levantó el brazo pitando el final y desatando la locura en el Coloso. El grito de desahogo mas esperado.
Segunda victoria al hilo y primera, de lo que esperamos sean muchas, en casa. Pasó un partido bravisimo, de los que pueden marcar la confianza del equipo de acá en mas, porque Huracá sufre grandes ausencias pero sigue siendo un muy buen equipo. Y porque ahora vamos con Boca, y nada mejor que llegar a la Bombonera sabiendo que este equipo de Sensini se le puede plantar a cualquiera.